domingo

RESPONDO A TU CONSEJO VIEJO.





Bailé el todo necesario
en comparsas y en pareja
tango, rock y tarantelas
y como un bebido Zorba; bailé

pero más volé.

Volé,
vestido para ir de bodas
Y sumergido en pensamientos
que parecían arroyos estancados o vírgenes cascadas
me embriagué.


Fui novio perfumado y abuelo de una prole imaginaria.
Fui carnada, banderín y acróbata inmutable a los silencios.
Nada me costaría repetirlo.
Amé lo justo por deleite y por impuro trámite de iluso
cósmico y ridículo en exceso.
Hasta la opulencia de la razón barroca amé.
Amé la realidad.

Amo ahora y amaré
cuanto existe y lo que de a poco voy abriendo
Abro mi palma sobre cada uno y cada una.
Es un deber civil,
es un derecho humano.

Y canté,
como te estoy cantando
con este ruido sideral
de cometas y galaxias
por obligación y catedrático insufrible
y también por mudo
porque los que mejor cantan
cantan en silencio.

Si vieras las cicatrices, costras y zurcidos
dirías que soy planeta viejo, anónimo
remendado con batallas, guerras y guerrillas
pero todo eso y más
no es más
ni menos
que mi pecho.

Así es que a la vida
solo queda expresarle mis agradecimientos
y a la futura vida la bienvenida
los correspondientes saludos de novato.
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