martes

POEMA PARA UNA MUJER QUE NO ES MI ESPOSA

Subtítulo posible:  POEMA DE 1920.-

Si yo fuera un ángel áureo
saludaría suicidándome
y caminaría dando pasos de alarido
pero de tus besos la cristalería disipando
las iluminaciones me robaría.
Seguramente no.
A menos que llevara un sistema planetario en mis quejidos
y mis mares cúpulas del cielo
vaciara en todos tus latidos. Entonces posiblemente sí.
Pero eso lo hago de adormidas
cuando están todos con ronquidos
los pensamientos ambarinos suspendidos.
¡Y si vieras como laten!
Es mediodía en el corazón nocturno
pero sólo al medio de los vidrios
y nadie sabe que amanece todavía
excepto tú.
¡Que delirio!
Hay tanto pájaro amarillo en cada puerta
picoteando las cosquillas de nuestra primavera
que yo haría una película.
El horizonte bajé de los árboles
para pensar en ti, porque me gustas
pero se puso a trinar en mi pecho
como si estuviera el aire a todo pulmón
con tu nombre de aeroplano soplando.
Parábola torrencial de tus limones blandos
me caías en picada en mi colchón temprano.
Se te salieron del ombligo que tenías a mi vista
demasiados hijos
así es que me comí las aristas de tus fotografías
para que no te casaras conmigo.
Me sabían a vendimias y a paracaídas
por lo cual lógicamente; caías
y pensé que eras un ángel
que al abrir los ojos
yo abatía.
Pero ni te reconocí siquiera cuando desperté
y te miré al lado terrible de la almohada
por lo cual seguí resolviendo mis ecuaciones aritméticas
para pagar esa hipoteca.
Y adivina.
Ni siquiera había empezado el día.