Yo te vi desnuda
y era cumplir años dispuesto a envejecer
sobre la buena nueva también desnuda.
Los aniversarios no saben
cuánto moja la primera lluvia
que apenas gota leve nos sumerge y para siempre.
Yo te vi desnuda
en el cuaderno con su plegaria de bautizo
porque sus hojas eran blancas
y sus páginas abiertas
antes de iniciar su vuelo.
La simetría no es inaugural
cuando se abre alguna página cualquiera
y desde allí se inicia la lectura.
Yo te vi en el avión papel de pliegues
que nunca adivinó
de lo que estaba hecho
y sin embargo sus vuelos fueron firmes
sin jamás tocar el suelo.
Te escuché decir:
Moriré en tu verso
y será mejor que ya lo escribas
pues no puedo leer más de tus páginas abiertas
si me ves desnuda.